Un piso “trendy”: formas orgánicas, colores pastel y espa...

2022-09-24 11:04:50 By : Ms. Leslie Wei

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Texto: Andrés Rubin de Celis

Dicen que la capital tiene una de las luces más bonita del mundo, y la joven dueña de este piso, junto al exclusivo barrio de El Viso, quería sacarle el máximo partido. Y, por ello, la interiorista Patricia Bustos concibió un apartamento abierto fluido, orgánico y muy, muy luminoso.

Amor a primera vista fue lo que sintió, la dueña de este piso en el madrileño Paseo de La Habana, durante la primera visita. Y, aunque demandaba una reforma integral, se decidió a comprarlo a comienzos de 2019, pocas semanas antes de que llegasen la pandemia y el confinamiento, un obligado momento de reflexión que a ella le sirvió para pensar en profundidad cómo quería vivir en él. Pretendía tener una casa abierta y fluida que aprovechase al máximo la luz natural y que estuviera, decorativamente, en vanguardia, y recurrió, por recomendación de su padre, a la interiorista Patricia Bustos, que había hecho para él unas oficinas.

 Se trata de una rehabilitación completa, una reforma integral en la que nos ocupamos desde diseñar una nueva distribución hasta colocar el último jarrón, pasando, por supuesto, por hacer todas las instalaciones

Fotos: Fhe.es Realización: Paloma Pacheco Turnes 

El concepto clave en este proyecto es “encuentro”.  El diseño de la casa es relativamente abierto para aprovechar la luz cruzada que proviene de sus dos orientaciones. La entrada al comedor y salón es una única pieza, perímetrada por unos biombos curvos que hacen de filtros, aunque no llegan a dividir realmente el espacio; todo permanece conectado, pero manteniendo la intimidad de cada espacio.

Lo más difícil fue encajar las estructuras curvas: queríamos que pareciesen muros sin serlo, y tenían que ser lo suficientemente 

Bien trabajadas, las curvas aportan las sensaciones de suavidad, armonía y recogimiento. Además de en biombos y celosías, la curva protagoniza en este proyecto el mobiliario y objetos decorativos.

Las curvas aportan al tiempo dinamismo y recogimiento, suavizan y alargan los espacios y promueven la fluidez tanto en dicho espacio como de éste con otros. Especialmente importante es la iluminación indirecta, que juega un papel esencial en estos casos, ya que contribuye a resaltar los volúmenes tridimensionales creados por las curvas, ayudando a completar la atmósfera deseada.

Sofá, mesas auxiliares, biombo y alfombra diseñados por Patricia Bustos Studio; las mesas de centro, en mármol, son de un anticuario francés; las butacas amarillas de Berenis y las blancas –de Sáenz de Oiza–, en Houtique. Lámpara bola de cristal, de El Ocho, y la de pie de madera, de Vintage 4P. Las velas son de Mestizo Store. En la pared, obra de Daniel Núñez, en Gärna Studio Gallery.

El propósito final de su utilización en esta vivienda es conseguir crear una casa abierta y fluida, en la que, a la vez, los espacios mantengan la intimidad.

La cocina se une con el office, y a su vez se conectan con el salón mediante una celosía de cristal, con lo cual aprovechamos la luz solar, pero manteniendo cierta separación imprescindible en los momentos en los que se cocina, por ejemplo.

Mesa, con sobre de mármol portugués y patas de ladrillos, y jarrones de madera sobre ella, de Patricia Bustos Studio. Sillas de Mies van der Rohe, en Mestizo Store. Alfombra de BSB. Lámpara de techo de ratán, de Ferm Living, en Reno. Lámpara de pie vintage, de Goffredo Reggiani, en un anticuario madrileño

Cocina verde agua, de Kiese. Azulejo a juego de Discesur. El aplique es un diseño de Patricia Bustos Studio. El suelo es un pavimento vinílico, de Tarkett.

La puerta corredera, en vidrio texturizado y hierro, diseño de Patricia Bustos Studio, igual que la consola; sobre ella, escultura de Toni Cañestro.

En otra vista del espacio, al fondo, mesa lacada en azul, diseño de Patricia Bustos Studio. Sillas de borreguo con estructura cromada de Le Secret. La afombra es de Kilombo Rugs. Cerámicas de barro y lámpara de sobremesa, de Tristán Domecq.

Cabecero de ondas, cojín de terciopelo y kílim, de Patricia Bustos Studio. Mesillas de noche en bambú, diseño de Sarah Lavoine, en Rue Vintage 74, igual que todas las lámparas de la estancia y el plaid bordado de la cama.

Celosía con ladrillos de Acrata, concebida por Patricia Bustos Studio. La grifería es de Icónico.

Aplique de latón y cuero, en Rue Vintage 74. Mesa triangular, de terrazo, diseño de Patricia Bustos Studio. Telas de caídas de lino y papel pintado, de Élitis.

Las curvas son el común denominador de toda la casa. Del espejo al lavabo, pasando incluso por el papel de pared, en este aseo que parece una tan discreta como decidida oda a la curva.

Formas orgánicas y piezas curvas forman parte del ADN de Patricia Bustos, una de las interioristas que se posiciona como una embajadora de la "tendencia bold". 

Andrés Rubin de Celis

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