Recibe nuestra revista en tu casa

Texto: Laura Fort I Realización Fhe.es

Siete meses fue el tiempo necesario para transformar este piso –ubicado en un antiguo edificio del centro de Madrid–  en el hogar que es ahora. La artífice de este trabajo no es otra que la interiorista Inés Benavides, quien supo sacar partido a los 125 m2 de los que disponía, aprovechando la gran cantidad de luz natural procedente de sus seis balcones exteriores y sus ocho ventanas a patio interior, y consiguió dar respuesta a las necesidades de su propietaria, una joven apasionada por los libros –de ahí que la librería sea tan importante y se hayan aprovechado los huecos encima de las ventanas para colocar algunos ejemplares– y a la que le encanta cocinar y estar en la cocina, el espacio de mayor superficie.

Para lograrlo, sometieron a la vivienda a “una reforma completa: tiramos todos los tabiques, cambiamos la estructura, reubicamos todas las habitaciones, pusimos nuevos suelos, ventanas, etc. Una vez hecha la obra, también amueblamos el piso y terminamos con la decoración de todos los espacios”, comenta Inés Benavides.  Y añade: “Lo más difícil fue cambiar la estructura. Le dimos una vuelta completa a la distribución, eliminando pasillos y todos los pequeños cuartos para convertir el piso en un gran espacio diáfano”.

Lo más difícil fue cambiar la estructura. Le dimos una vuelta completa a la distribución, eliminando pasillos y todos los pequeños cuartos para convertir el piso en un gran espacio diáfano

 A la hora de decorarlo, la interiorista optó por una decoración actual, con un aire femenino e informal, que se percibe también en los toques de humor de objetos y fotos. Para la base se ha utilizado el blanco, salpicado des-pués con toques de color en los suelos, los muebles y los cuadros. Esto le da un aspecto joven, alegre y enérgico al piso. Por su parte, los muebles son todos modernos, muchos de ellos diseñados por Inés Benavides; y los objetos provienen de viajes realizados por la propietaria a países exóticos.   En cuanto a la iluminación, “el piso tiene muchísima luz natural procedente de las ventanas y los balcones, pero para la noche se han instalado lámparas y focos de luz muy cálida, que hacen que el espacio sea muy acogedor”, concluye la interiorista. Con todo ello, hoy la vivienda ‘respira’ confort, logrando hacer la vida más agradable a su propietaria.

Cubbs, de Inés Benavides. Alfombra de Kilombo. Sillón comprado por la propietaria en un brocante. Escultura de Maite Carranza. Foto de YellowKorner Hermosilla. Al fondo, librería antigua recuperada.

Foto de YellowKorner. Escultura sobre la mesa de Maite Carranza. Suelo de baldosa hidráulica de Mosaista. Mesa de Calma Chechu. Sillas de la propietaria tapizadas con tela Wild Thing, de Jim Thompson, en Nacho de la Vega.

Diseño de Inés Benavides, realizada por Estudio Doce. Baldosa hidráulica de Mosaista.

Alfombra de BSB. Puf de Judith San Quintín. Cojines de colores, de Harlequin, en Pepe Peñalver. Silla de L.A. Studio.

Un mueble-isla es la mejor solución para objetos pequeños, ropa interior y joyas. Atrévete a darle un toque divertido de sabor afro con máscaras o figuras de animales (leopardo de porcelana procedente de Judith San Quintín).

Revestimiento porcelánico de gran formato, modelo Estatuario, de Neolith. Mueble diseñado a medida por el estudio Inés Benavides.

Laura Fort I Realización Fhe.es

Si aún no tienes cuenta regístrate ahora