Periodista especializada en vida saludable
Son muchas las fotografías que se pueden encontrar en internet y en las redes sociales de personas, especialmente niños y niñas, con el pelo alocado y sin peinar. Aunque a simple vista puede parecer gracioso, hay que saber que en muchos casos detrás de este pelo tan rebelde hay una enfermedad, conocida con el nombre del síndrome del cabello impeinable.
El Dr. Ramón Grimalt, especialista en dermatología, profesor de la Universidad Internacional de Catalunya y autor de un reciente estudio sobre esta curiosa condición capilar, nos ha contado que se está empezando a barajar la idea de que el físico alemán Albert Einstein podría haber tenido este síndrome, pues a todos nos viene a la cabeza su característico pelo alborotado sin control.
Esta problema se llama realmente Pili trianguli et canaliculi, debido a la forma triangular que tiene la fibra capilar cuando se observa a través de un microscopio óptico o electrónico de barrido. Se trata de un trastorno raro de ver, pues según Grimalt cada médico verá como mucho uno o dos casos a lo largo de su vida.
Pero vamos al quid de la cuestión, ¿qué es este síndrome y qué lo causa? El experto nos explica que “el síndrome del cabello impeinable es una enfermedad causada por una alteración genética que afecta a la proteína llamada queratina, que se encuentra en la raíz del pelo. Esto hace que el pelo nazca con una forma muy peculiar y que se manifieste clínicamente con un cabello imposible de peinar”.
Además, nos explica que la imposibilidad de peinar el cabello se debe a la forma que tiene; en vez de ser oval o redondo, que es como son la mayoría de los tallos del pelo, nace con forma triangular o con un canal central que lo atraviesa de punta a punta. Esta característica hace que cuando el pelo se moja, se peina o se intenta moldear, no responda adecuadamente, volviendo a ponerse tieso, y dando una imagen peculiar por la que se ha hecho viral en las redes sociales.
El tallo del pelo en pacientes con síndrome del pelo impeinable tiene una forma triangular o con un canal central cuando se observa al microscopio
En cuanto a su origen, el síndrome del pelo impeinable es un trastorno genético observado desde 1973, de ahí que sea más común que haya dos hermanos de la misma familia con él. El Dr. Grimalt ha explicado a Webconsultas que suele afectar a todo el cuero cabelludo y que generalmente dura toda la vida “aunque es cierto que, a partir de la pubertad, cuando las hormonas aparecen, el pelo se engrasa bastante y la grasa ayuda a que el cabello pese y no quede tan tieso con aspecto de loco”.
Además de tener la característica de crecer y proyectarse en diferentes direcciones, el pelo de los pacientes con el síndrome es más seco, y suele afectar más a las personas que lo tienen de color rubio y castaño. En el estudio realizado por el Dr. Grimalt y publicado en la revista JAMA Dermatology, se analizó a 107 personas con este síndrome tan poco común a los que se les hicieron pruebas genéticas.
Los investigadores observaron mutaciones claves en los genes TCHH, TGM3 y PAD13, siendo este último el más importante. De los participantes, 76 eran portadores de variantes asociadas al trastorno en ese gen. Este hallazgo abre un nuevo camino para poder lograr un diagnóstico molecular para el síndrome.
Y es que, hasta ahora, el diagnóstico del Pili trianguli et canaliculi se ha basado en la observación de la fibra capilar al microscopio por parte de los tricólogos –dermatólogos especialistas en cabello–. Según nos cuenta el Dr. Grimalt, esta es la forma más fiable de detectar esta enfermedad, pues en las imágenes de los pacientes se verá el tallo del pelo con forma triangular o con un canal en el medio, mientras que si no tienen este trastorno se observará plano, oval o redondo, en función de si la persona es de raza negra, caucásica o asiática, respectivamente.
“Este síndrome no se cura, sin embargo, sí existen tratamientos para mejorarlo o tipos de peinado para disimularlo”
El síndrome del pelo impeinable es una enfermedad poco grave y que tiene poca importancia en la población, sin embargo, es cierto que se trata de un trastorno que llama mucho la atención y que resulta gracioso de ver. El Dr. Ramón Grimalt nos tranquiliza diciendo que el síndrome puro es un problema estético, pues no tiene ninguna otra asociación, aunque reconoce que algunas enfermedades un poco raras, como las displasias ectodérmicas, se han asociado a este trastorno capilar.
En cuanto a si hay tratamiento, el doctor nos informa de que “este síndrome no se cura; todas las enfermedades genéticamente determinadas hasta el día de hoy no tienen una cura. Sin embargo, sí existen tratamientos para mejorarlo o tipos de peinado para disimularlo, por ejemplo, el uso de acondicionadores, lacas, gominas o champús con piritiona de zinc, que aumentan la grasa del pelo, o los cortes estilo militar, con el que se evita que sea visible.
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