Esta óptica catalana trajo a España las gafas de sol más famosas del mundo

2022-08-20 09:02:44 By : Ms. Susan Zhan

La empresa Cottet lanza una edición limitada para celebrar su 120 aniversario  

Hablar de Cottet es hablar de más de un siglo de historia. La historia de un negocio familiar líder en el sector de la óptica y la audiología. Para celebrar el 120 aniversario de la apertura de su primera tienda, en el Portal de l’Àngel de Barcelona, esta empresa familiar ha lanzado al mercado nuevas líneas de monturas y de gafas de sol de marca propia para adultos y niños, una incluso con edición limitada.

El amor de la familia Cottet por el mundo de la óptica empezó ya en 1840, en la localidad francesa de Morez de Jurá, con la fábrica Cottet Frères glasses, donde se diseñaban, producían y vendían monturas a través de un canal multimarca. “La fábrica en Francia funcionaba muy bien, de modo que nuestro bisabuelo Constantino quiso comercializar sus productos en otros lugares. La gran oportunidad llegó con la Exposición Universal de Barcelona de 1888, en la que fueron presentados los productos de óptica de la marca Cottet y él aprovechó la ocasión para distribuirlos en Barcelona”, nos cuenta Javier Cottet, actual presidente de la firma y miembro de la cuarta generación familiar. 

Cuatro generaciones de la familia Cottet al mando de la empresa 

“Por lo que yo sé, se enamoró de la ciudad y del clima. Venía de una zona muy fría y dura, y le encantó el clima mediterráneo y su comida, especialmente el pescado. Imaginamos que se enamoró también de una mujer, pero no tenemos pruebas para asegurarlo. Por escritos que conservamos, algo antes de abrir la tienda en 1902 vivía aquí con su esposa, que era francesa. Todos sus hijos ya nacieron en Barcelona. Él se distanció un poco de la familia en Francia y abrió su propio negocio en la capital catalana”, añade Alex Cottet, hermano de Javier y vicepresidente de Cottet.

En 1915, con la repentina muerte de Constantino Cottet, atropellado por un tranvía, sus tres hijos, Renato, Fernando y Rolando, tomaron el relevo al frente de la compañía. El primero se trasladó a Madrid por los problemas de asma que le causaba el clima barcelonés y así empezó la expansión de Cottet por España y Andorra, actualmente con 32 centros propios de óptica y audiología, 4 franquicias y un e-commerce con servicio internacional.

En 2019 se materializó la reubicación de su flagship de Portal de l’Àngel, que cerró sus puertas con la instalación de la nueva sede de Cottet en Rambla Catalunya. Aun así, Barcelona sigue contando con uno de los grandes símbolos de su paisaje urbano: el termómetro gigante de Cottet que sigue bien presente nada más bajar por Portal de l’Àngel, con una altura de 5 pisos, una estructura de 570 metros de tubo de neón y un peso de 2.000 kg. Instalado en 1956, fue durante muchas décadas el termómetro más grande de Europa.

Hace tres años que Cottet instaló la nueva sede en Rambla Catalunya

“Desde que Constantino se estableció aquí se sintió siempre muy arropado por la gente de la ciudad y fue su manera de devolver parte del cariño que había recibido. Se instaló como símbolo de amor a la ciudad, para hacer un regalo a la gente de Barcelona”, explica Alex Cottet. Muchos barceloneses siempre se preguntan por qué Constantino escogió un termómetro cuando la empresa se dedicaba a la óptica: “Porque durante las primeras décadas de funcionamiento de la tienda no solo se vendían gafas, sino también todos los artículos relacionados con material óptico, es decir, lentes fotográficas, cámaras, prismáticos y, también, termómetros”, revela Javier Cottet.

Los que vivieron los Juegos Olímpicos de Barcelona recordaran seguramente el gran Cobi que se instaló en la fachada del edificio de Portal de l’Àngel con unas gafas de sol Ray-Ban con detalles modernistas. Esas gafas de sol fueron todo un éxito ese año y aún hoy son muy codiciadas por los amantes del vintage.

Las décadas de los cincuenta y sesenta fueron el verdadero boom de la firma, justo cuando el mundo de la moda se democratizaba y las minifaldas, los vaqueros y la ropa deportiva empezaban a imponerse en la calle. En 1937 aparecía una marca, Ray-Ban, cuyo modelo Aviator, nacido originalmente con fines militares, fue pensado para proteger la visión de los pilotos durante la Segunda Guerra Mundial.

Rápidamente, con el auge de la televisión y la publicidad, las Aviator marcaron estilo en la calle. “Nosotros fuimos los primeros en distribuir Ray-Ban en toda España y en Andorra. De esa época hay anécdotas muy divertidas. Cuando la flota americana venía a Barcelona, los marineros que tenían algún problema con sus Ray-Ban, o los que querían comprarse unas, venían a nosotros. Incluso John Wayne vino a comprarse sus gafas en Portal de l’Àngel. Como la importancia de la innovación está en nuestros genes, empezamos a vender otras marcas de moda; realmente fuimos pioneros en el concepto de ser multimarca”, resalta Javier Cottet.

En muchos establecimientos se dice que “el cliente es el jefe”, pero en general no pasa de ser una frase hecha. No es el caso de Cottet, que siempre tiene muy clara su vocación de servicio en un sector dedicado a la salud, tanto visual como auditiva, por lo que su principal objetivo radica en entender las necesidades del cliente y aconsejarle para que pueda elegir la mejor solución, acompañada siempre de un óptimo servicio de posventa.

Actualmente, nadie duda en tener un calzado deportivo para ir en bici y otro distinto para el pádel. De la misma forma, el abanico de opciones disponibles en el mundo de la visión e, incluso, en el de la audición, se ha incrementado exponencialmente. Es por eso que Cottet ha seguido innovando para ofrecer los mejores productos.

“Tenemos más de ochenta ópticos titulados en la empresa, lo que nos aporta un bagaje de innovación y tecnología gracias al cual nos atrevemos a graduar, con mucho éxito, todo tipo de lente. Esa especialización es muy importante para la gafa de deporte, cuyas lentes son generalmente muy curvadas, ya sea para el baloncesto, el esquí o para bucear. La gafa de deporte, aparte de querer seguir la moda imperante, debe cumplir sobre todo el objetivo de la protección, absorbiendo impactos tanto en la montura como en la lente”, recuerdan los hermanos Cottet.

En términos de calidad de producto y de diseño, encontramos la marca de monturas clásicas Lunettier 1840, inspirada en los orígenes franceses de la familia. Junto a ella, la colección Cottet Barcelona, que acaba de sacar al mercado nuevos modelos, busca siempre su inspiración en la Ciudad Condal, en sus lugares, en sus colores, tanto con diseños de estética vanguardista como con otros de clara inspiración retro, tan en boga actualmente. Los nombres de estos nuevos modelos rinden homenaje a miembros de la familia Cottet y a otros trabajadores que han permanecido muchos años en la empresa.

Además, para celebrar este 120 aniversario, verá la luz en junio una colección especial de monturas Lunettier, uno de cuyos modelos, con el nombre de Morez, donde se encontraba la fábrica Cottet en sus inicios, cuenta con solo 120 unidades que se venderán seriadas.

En junio, una nueva colección de gafas saldrá a la luz para celebrar los 120 años de la empresa 

Los hijos de Javier y Alex están ya trabajando durante algunos periodos en la tienda, lo que apunta a que la firma contará seguramente con el impulso de una quinta generación. “Eso es lo que nos gustaría. Creemos que los valores familiares son un gran pilar a la hora de mantener el buen funcionamiento de la empresa, ya que se transmiten en cascada a todos los trabajadores. Ahora que estamos trabajando en un plan de expansión por nuevos lugares de España, tenemos muy claro que nuestra vocación de servir al cliente es el timón de todo, por eso queremos crecer, poco a poco, pero con firmeza”, concluye Alex Cottet.

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